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Querido lector, hace tiempo que deseaba ofrecerte  algo más que reseñas literarias . Desde que comenzamos a encontrarnos aquí en el ...

Querido lector:

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Cuando alguien me preguntaba a qué me dedicaba, decía que había estudiado periodismo, o que trabajaba en el departamento de marketing y publicidad de una editorial. No me atrevía a decir que era escritora.

No parecía un trabajo con el que uno pudiera ganarse la vida.

Y trabajando en publicidad me la ganaba bastante bien, para qué negarlo.

Si me armaba de valor y se lo comentaba a alguien en voz baja, como si fuera un secreto o, lo que es peor, algo vergonzoso, pensaban que les hablaba de mi hobby. «No, tu trabajo, te pregunto cómo te ganas la vida, no a qué dedicas tu tiempo libre».

Yo quería poder decir alto y claro que era escritora. Creo que me entiendes. Tú has debido de pasar por lo mismo.

Soy de las personas que han nacido con una vocación: escribir. Y me había formado para hacerlo bien, por eso estudié periodismo y completé mis estudios con cursos sobre escritura creativa. Soy una perfeccionista y me había preparado a conciencia.

Pero también soy una mujer de época: independiente. Y necesitaba mi sueldo para pagar las facturas y llegar a final de mes. A esto lo llamo pragmatismo.

Llegó un punto en mi vida en que, o me resignaba a soñar con lo que habría podido ser, o me armaba de valor y me dedicaba a escribir. 

Hoy sé que existen maneras intermedias de hacer las cosas, pero yo no las veía. Espero que tú si hayas podido verlas.

Estaba cansada de excusas. Era mi sueño y pretendía convertir mi vocación en mi trabajo.

¿Por qué yo no puedo ser escritora?
Me sentía una fracasada sin siquiera haberlo intentado.

Aprendí que escribir un libro era solo la primera parte. Luego tenías que darlo a conocer. Porque si escribes para guardar tus manuscritos en un cajón... nadie sabe que escribes. Así no se es escritor.

Hablé con mi jefe. Un buen hombre. Me llevó a tomar un café. No podía creer que abandonara mi trabajo para ponerme a escribir sin ninguna garantía de futuro. Me contó su propia historia.

Me dijo que deseó haber sido tenor. Cantaba muy bien. Su voz era (y es) prodigiosa. Pero tenía una familia que alimentar. Trabaja 14 horas diarias en un importante periódico y daba rienda suelta a su pasión por la música los fines de semana en un grupo coral.

Me aconsejó que hiciera lo mismo, que arrinconara mi sueño y alimentara a mi familia. Fue el consejo de un padre.

No le hice caso.

Quería ser escritora. Costase lo que costase.

El fracaso se lleva dentro y, a pesar de ser una “exitosa” profesional, me consideraba una fracasada.

Yo no había guiado mi vida por el camino de la formación literaria para aquello.

Llegados a este punto abandoné mi vieja vida para comenzar una nueva. Dejé mi trabajo y me lancé a escribir. Suena muy poético, muy de libro de autoayuda y superación. La realidad es mucho más prosaica y menos hermosa... y más dura. Me golpeé de lleno con ella.

Si has llegado hasta aquí, el consejo que puedo darte es que no repitas mi historia. Hay otras formas de hacer las cosas. Cierto es que yo me tiré al vacío con una sólida red debajo: tenía todo pagado, dinero ahorrado para vivir varios años, no tenía nadie que dependiera de mí y contaba con el apoyo incondicional de mi pareja. Pero aún con todo, el tiempo me ha enseñado que hay otras formas de hacer las cosas. Menos rápidas pero más seguras.

el-alfabeto-sagrado-gemma-nietoAsí que no esperes hasta estar a punto de explotar para tomar medidas. 

Como me sucedió a mí.

Actúa antes.

El final de la historia ya lo conoces: publiqué con Planeta bajo su sello Temas de Hoy. Llegué al número 6 de los más vendidos en Amazon y recogí muy buenas críticas.

Cumplí mi sueño... y aprendí lo indecible por el camino.

Pero te mentiría si te dijese que fue sencillo. 

Tuve que trabajar mucho y muy duro, sin un mentor que me guiara, sin nadie que me dijera cómo tenía que hacer las cosas...

Escribir, publicar y vender tu libro: Escribiendo con Gemma Nieto
Ahora que ya he recorrido el camino, que sé lo que hay que hacer, puedo contarte cómo lo conseguí; paso a paso, de forma sencilla, para que tú también puedas recorrer la misma senda sin temor a equivocarte ni perder el tiempo sin necesidad.

Lo que te propongo es ayudarte a elegir el camino más recto que conecte tus sueños con tu meta.

Ahora ya sabes que escribir es solo la primera parte de tu trabajo. Si quieres que tu nombre sea reconocido, que se hable de ti en las redes sociales, que el título de tus novelas pase de boca en boca, necesitas publicar tu obra y, tras la publicación, hay que promocionarla para que los lectores te encuentren y puedan adquirirlo.

Muchos escritores están condenados al ostracismo. Escriben muy bien, pero se relacionan muy mal. Todos hemos visto cómo autores mediocres se alzan con los primeros puestos en las listas de los más vendidos. Esto no es casualidad... ni magia... es ¡marketing! También puedo ayudarte con eso.

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Si de verdad quieres ser escritor y conocer el proceso completo que recorre una novela desde que la primera idea germina en tu cabeza hasta que ves cómo un lector la compra para leerla, ven a buscarme a www.escribiendocongemmanieto.com.
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Somos una gran comunidad de escritores con los mismos sueños e ilusiones. Unos van más avanzados en el camino. Otros recién han empezado. Pero todos tenemos claro los baches que nos encontraremos. También sabemos cómo sortearlos.

En Escribiendo con Gemma Nieto encontrarás consejos útiles y sencillos para mejorar tu escritura, para saber corregir tus propios textos, diseñar tu propio blog o manejarte con soltura en las redes sociales. Encontrarás material gratuito de descarga que te será muy útil para terminar de formarte como escritor y aprenderás que tú también puedes escribir como los grandes narradores.

Te espero.

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PD: Los que tenemos un sueño tan poderoso como el que tenemos nosotros solo podemos correr tras él. Estamos condenados. No podemos elegir lo que somos, porque nosotros somos... ESCRITORES.

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